“En macondo había un salón de cine, había un gramófono público y otros lugares de diversión”
-La hojarasca-, de Gabriel García Márquez.

El gramófono o vitrola, invento de Thomás  Alba Edison, perfeccionado por Emile Berliner,  quien introdujo los discos planos de 78 rpm, pronto se popularizó en el mundo y llegó a Colombia en 1895.Funcionan por medio de una cuerda mecánica que la impulsa a una velocidad promedio de 78 rpm (revoluciones por minuto)  reproduciendo la grabación a través de una aguja metálica y luego amplificada por una corneta.Los discos,  inicialmente de ebonita o vulcanita llamados comúnmente de pasta, venían grabados por una sola cara,a medida que se fueron comercializando se fabricaron en plástico, metal, vinil o  acetato y grabados por ambos lados. Pronto al país empezaron a llegar infinidad de discos que sumados a la producción local dieron lugar a la fiebre del coleccionismo por parte de melómanos que cada día más orgullosos,  mostraban sus vitrolas y  discos. Por su reducido tamaño, pocopeso y no necesitar ninguna fuente de energía  llegaron a todos los rincones de la patria a lomo de mula, por ríos y aire, especialmente al eje cafetero, donde se convirtieronen artículo de primera necesidad. Una de las marcas más difundidas fue RCA Víctor (La voz de su amo) cuya publicidad muestra un gramófono encima de un ataúd que reproduce la voz del difunto que es escuchada por su fiel perro.Con cornetas de vivos colores y muebles de delicados diseños en maderas preciosas, es uno delos objetos del pasado  más evocadores delas reuniones familiares y sociales de abuelos y tatarabuelos.

Si está interesado en obtener vitrolas, puede acercarse al puesto 169 del expositor Mario Ernesto Yunda Manzano.

Escrito por Orlando Bernal G.